El enfado de Enrico Buonocore: "Nunca más en el banquillo de un equipo insular"



Enrico Buonocore rompe el silencio y lo hace con palabras claras y amargas. El ex entrenador del Ischia, figura simbólica del fútbol isleño, ha confiado un mensaje en las redes sociales para poner fin a los rumores que lo involucran y anunciar, de hecho, su adiós definitivo al banquillo.
¿En Ischia dicen que presenté una demanda? Nunca lo haré. "Sería como traicionar al amor de mi vida", escribe Buonocore, rechazando rotundamente cualquier hipótesis de litigio con el club amarillo y azul. Luego, otra negación seca: "¿Dicen que me propuse entrar en un equipo de la isla que va muy bien? Nunca lo he hecho, ni como jugador ni como entrenador. Y no voy a empezar ahora".
Sus palabras llegan justo cuando su Santegidiese 1948 se prepara para un acontecimiento importante. Tras terminar el campeonato en segundo lugar con 71 puntos, el equipo de Buonocore se enfrentará al New Club Villa Mattoni en la Semifinal 1, programada para el domingo 18 de mayo a las 16:30 horas en el Campo Comunale de Sant'Egidio alla Vibrata (TE). Su despedida de los terrenos de juego es definitiva: «Dentro de diez años me veréis en la curva, con bufanda, animando al Ischia. Pero en un campo de fútbol, con un chándal de entrenador, nunca más me verás".
Palabras fuertes, que cierran un capítulo importante en la historia deportiva de la isla. Buonocore deja atrás el fútbol, pero no el amor por el equipo de su vida. De entrenador a aficionado, siempre con Ischia en el corazón
Palabras de Buonocore: «Buenos días, me veo obligado a escribir para aclarar algunas cosas. Dos aclaraciones, para cerrar el asunto de una vez por todas. En Ischia, ¿dicen que he presentado una demanda contra Ischia? Nunca lo he hecho y nunca lo haré. Sería como traicionar al amor de mi vida. Segundo: dicen que me he propuesto matrimonio con otro equipo de la isla, que va muy bien.»
En mi vida nunca me he propuesto a nadie, ni como futbolista ni como entrenador, y desde luego no voy a empezar ahora. Lo único que ocurrirá en los próximos diez años es que, una vez solucionados mis problemas, volveré al estadio con una bufanda alrededor del cuello, animando al Ischia en casa y fuera. Pero en un campo de fútbol, con un chándal de entrenador, ya no me veréis. “Gracias, que tengas un buen día”
Il Dispari